Tyler DeWitt, profesor de ciencias de secundaria, nos cuenta en una historia de miedo los procesos líticos y lisogénicos de una manera tan llamativa que es imposible no fijarse.
Hace un llamamiento a las instituciones científicas para abandonar la "tiranía de la seriedad" y permitir que la ciencia sea más comprensible y divertida para los estudiantes.
Hace un llamamiento a las instituciones científicas para abandonar la "tiranía de la seriedad" y permitir que la ciencia sea más comprensible y divertida para los estudiantes.
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